Valdemoro Réquiem...

Bienvenidas sean, gentes de Valdemoro y de más allá de este bendito foro. Soy Baldomero Descartes. Nací en Valdemoro hace ochenta años y unos cuantos meses. Caí en medio de la Plaza de la Villa, la que hoy es de la Constitución. Quiso Dios que mi querida madre diera a luz allí mismo, hiciera anécdota y me trajera a este mundo lleno de tinieblas...

lunes, noviembre 27, 2006

Tiempo de Crecer

Tiempo de Crecer
El nuevo otoño ha traído a Valdemoro el veranillo de San Miguel y la caída de las hojas caducas. Entre el piar de los pájaros que no emigran, las tonalidades cambiantes de colores, los días con menos luz cada hora que pasa y un fresco cada vez más intenso, se escuchan vientos que claman con más fuerza de la acostumbrada.
Por nuestras calles se habla ahora más claro y más alto de Política mientras concluye el año 2006. Un buen número de personas ha decidido utilizar su iniciativa y su esfuerzo para cambiar nuestro atolondrado municipio. Su voz está llegando donde la imaginación de algunas personas dormidas ni siquiera sueña.
Por aquí y por allá, la moral política nacional está manga por hombro. Sálvense individuas e individuos honrados, que los hay. La Administración Pública rebosa especulaciones, desfalcos, endeudamientos y caras duras. A fin de cuentas, robos impunes con todas sus letras. Sus descarados protagonistas no responden, ni rinden cuentas, ni asumen responsabilidades, ni padecen castigos o penitencias ejemplares.
Sólo un cese o unos diítas en la cárcel con todos los gastos pagados y sanseacabó. Como los disfrutados por las chorizas y los chorizos marbellíes, cuya trama va mucho más allá de lo que muchos creen. Los ediles delinquen, expolian lo habido y por haber como bandidos consentidos. Lo normal es que se les destituya o dimitan por inexistentes problemas de salud. Muchos desaparecen con lo sustraído y no se les vuelve a ver el pelo. Incluso algunos resucitan entre las siglas de nuevos partidos políticos.
Los desvaríos producidos en muchos pueblos de España, gracias a depositar la Ley actual tanto poder en manos de tantos paletos políticos, han llevado al Gobierno de la Nación a designar un fiscal especial de Medio Ambiente y Urbanismo. Ya hierve la urgente necesidad de cambiar las leyes para evitar el expolio de las poblaciones españolas, consentido y planeado por sus propios hijos y vecinos. Pero la nueva Ley del Suelo, que pretende frenar los excesos urbanizadores, aún está en fase de tramitación.
Muchos de nuestros representantes públicos, haciendo uso de su acostumbrado repertorio, lleno de coplillas y parrafillos oportunistas, llaman “crecer de una localidad” a las ampliaciones urbanísticas que se suceden en esa zona y a sus complementarias infraestructuras. Cuando el Crecer tiene que ver, sobre todo, con las gentes que la habitan, con la franqueza, la precisión y la lucidez de sus cabezas.

lunes, noviembre 20, 2006

Disposición y Oposición

Disposición y Oposición
Tras la difusión a diestro y siniestro de los primeros cantos de este Réquiem por Valdemoro, muchas personas me han pedido que hable de nuestra Oposición política, como si nada de lo dicho hasta entonces tuviera que ver con ella. No pocos comentarios dicen sentirla ausente o sin fuerza.
Entre banderas, insignias, símbolos, gestos y colores se encuentran multitud de inclinaciones y sentimientos humanos solapados. Si echamos un vistazo a la España reciente, veremos que en bastantes ocasiones la derecha ha realizado políticas de izquierda y la izquierda, a su vez, políticas de derecha.
De lo cual se deduce que por interés te quiero, Andrés, y que los ardientes y partidistas ideales políticos, fríamente analizados, son mucho más un intento de poder o dominio sobre los demás que un punto de unión, cooperación mutua o arreglo de alguna cosa común.
Si alguien tiene alguna duda sobre este punto, sumérjase en las apasionantes hojas de la Historia Contemporánea, tanto española como mundial. O, mejor aún si vive aquí, infórmese y dése un garbeo, o dos si son pequeños, por los lugares que frecuentan nuestros personajes públicos. Para observar in situ cómo de unidos, de puertas adentro y de puertas afuera, están los partidos políticos por estos andurriales.
Metidos en la boca del lobo unos instantes, no será difícil empaparse de conflicto, discordia, presunción, vanidad, envidia, recelo, soberbia, crispación, altos vuelos, bajas inclinaciones y aldeanas megalomanías. Lindezas que recorren las cloacas políticas locales y salpican buenas intenciones y voluntades, que las hay y no pocas.
En numerosas lenguas la palabra Política es sinónimo de sagacidad, manejo, habilidad, arte o capacidad. Sin embargo, la Historia Humana está llena de personas vinculadas a la Política que han contribuido a hacer de ella una solicitada meretriz, preñada de codicia y falsedad. Esta denigrante y reiterada conducta ha logrado que otros ciudadanos bajo su yugo, víctimas de engaños y abusos de poder, lleguen a despreciar su nombre y a considerar especuladores o enemigos a los políticos en general.
Cuando un partido político gana unas elecciones democráticas, la alegría de sus adeptos suele desbordarse y manifestarse a raudales. Entre el jolgorio de la victoria partidista, poco se oye manifestar a los elegidos que ésta se produzca por tener la oportunidad de ayudar a los demás, sobre todo a los más necesitados, de trabajar para ellos superando rencillas e intereses personales o de hacer valer los substanciosos dineros que reciben de su Comunidad.
Esta bulla ganadora, zarandeada de un lado a otro por mareas y oleajes circunstanciales, es producto de una batalla más. Cruzada sin sangre visible, donde los rivales, hechos diferentes por engañosas apariencias e instrucciones, quedan vencidos, doblegados y humillados. En esta masificada y fraudulenta sociedad, el poder político y su amplio campo de acción social es hoy más que nunca el avieso arte de hacer enemigos.
Ante tal abundancia de hojarascas y rastrojos, la semilla tiene otro cariz. El tesoro de cualquier ayuntamiento es un buen político, no hablemos ya de un buen equipo de gobierno, collar de perlas preciosas. Y la matriz de un buen político es su ampliada conciencia, de donde emana el esfuerzo, la firmeza, la ecuanimidad, la honradez, la disposición, el beneficio para sus convecinos y para él en consecuencia.
Víctimas de todo este embrollo, tal vez no nos demos cuenta de que una oposición es un obstáculo, un impedimento, una traba, una barrera, un estorbo, una dificultad. Por muy acostumbrados que estemos ahora a hacerlo, me niego a considerar así a cualquier ser o grupo humano. Ya soy mayor para perder mi precioso tiempo en querer ganar carreras o animar disputas de ningún tipo. No es esta mi disposición, pues prefiero compartir a competir.
Sé que todo se pega menos la hermosura, pues nace ésta en el interior de un ser humano si la cultiva en sus entrañas con su excelente proceder, como sucede con las perlas de nácar dentro de un molusco. Si hacemos más caso de colores que de buenas voluntades, de ruidos que de armonías, de chaquetas políticas que de respetables y sinceras personas, iremos siempre de culo, cuesta arriba y contra el viento.
¿Cuántas perlas hay en el Ayuntamiento de Valdemoro? Dada la situación de nuestra repintada Casa Consistorial, esta pregunta desata multitud de chascarrillos muy oportunos. Pero, una vez reídos y comentados, busquemos en las estancias de nuestro Cabildo. Aunque mortal, quizá podamos encontrar algún tesoro entre sus muros.
Buen hallazgo.

BaldomeroDescartes@yahoo.es

¿Qué Quieres Ustedes que Haga Yo?

¿Qué quieren ustedes que haga yo?
En Valdemoro, las personas que han perdido el tiempo para ser escuchadas por el alcalde-presidente actual son ya incontables. Dadas las trabas oficiales, lo han intentado de las formas más curiosas: ocupando butacas en los plenos, subiendo a su despacho sin avisar, encerrándose en los retretes del Consistorio, esperándolo en la entrada, asistiendo a los selectos restaurantes y garitos frecuentados por el cabecilla, saliéndole al paso en la calle o en cualquier acto público.
Una vez forzada la breve audiencia, muchos han sido los problemas mostrados por nuestros ciudadanos a su inaccesible y evasivo regidor consistorial. Como si de frase mágica se tratara, una de las respuestas más repetidas por nuestro alcalde-presidente los últimos meses resuena en mi mente como pegajosa melodía veraniega. Sus letras, grabadas a fuego en el lomo popular, llevan esta sugestiva composición: “¿Qué quieren ustedes que haga yo?”
Cansado de oírla, pero sin hacer caso de malos pensamientos o sentimientos, consulté datos en mi nutrido archivo valdemoreño. Éste me reveló que, según los presupuestos de 2006, nuestro alcalde-presidente ingresa cada mes en sus arcas personales, y doble en las pagas de verano y Navidad, 1.408,90 euros por sueldo base, 2.730,82 euros por plus de actividad y 1.010,74 euros por plus extra salarial.
Cantidades que le hacen un salario mensual de 5.150,46 euros (856.964 de las anteriores pesetas) y un salario anual de 72.106,48 euros con el preciso redondeo de los céntimos (11.997.508 pesetas). Un sueldo oficial nada desdeñable, parte de la cifra total que compone las nóminas de todos nuestros ediles.
Hay quienes dicen que este apetecible salario no es mucho en relación con la responsabilidad directiva que entraña, argumentando que en la empresa privada es mucho mayor. No obstante, y sin contar con presuntas “posturas de egipcio” – una mano coge de manera visible por delante y la otra de forma oscura por detrás – las pagas de nuestros cabecillas no son nada desdeñables si tenemos en cuenta sus sudores laborales.
Esfuerzos profesionales que no debemos confundir con el palique o la extraordinaria capacidad para cacarear durante horas según conveniencias. Monsergas cansinas e improductivas que en los serios negocios privados contarían, a buen seguro, con escaso apoyo y dinero.
Asimismo, y gracias al Real Decreto 2568-1986, de 28 de noviembre, por el que se aprobó el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de los Gobiernos Locales, es conveniente saber que nuestro alcalde-presidente tiene, en resumen, las siguientes competencias:
1- Representar al Ayuntamiento y presidir los actos públicos.
2- Dirigir el Gobierno y la Administración municipales.
3- Nombrar y cesar a los tenientes de alcalde y a los miembros de la Comisión de Gobierno.
4- Convocar y presidir las sesiones de Pleno, de Comisión de Gobierno y otras.
5- Hacer cumplir las ordenanzas y reglamentos municipales.
6- Dirigir, impulsar e inspeccionar las obras y servicios.
7- Exigir a todos los obligados el exacto y diligente cumplimiento de los servicios o cargas de carácter público.
8- Dirigir la policía urbana, rural, sanitaria, de subsistencia, de seguridad y circulación, y de costumbres.
9- La concesión de licencias, de apertura de establecimientos fabriles, industriales o comerciales y de cualquier otra índole.
10- Presidir subastas y concursos para venta, arrendamientos, obras, servicios y suministros, y adjudicar los que sean de su competencia.
11- La contratación y concesión de obras, servicios y suministros cuya cuantía no exceda del 5% del límite general. Así como los demás que, excediendo, tengan duración no superior a un año o no exijan créditos no superiores a los consignados.
12- Suscribir escrituras, documentos y pólizas.
13- Dictar bandos.
14- Desempeñar la jefatura superior de todo el personal de la Corporación y ejercer todas las atribuciones en materia de personal que no sean del Pleno ni del Estado:
a) Efectuar convocatorias derivadas de la oferta anual de empleo público, nombrar funcionarios de carrera.
b) Resolver las convocatorias y concursos para la provisión de puestos de trabajo de libre designación.
c) Contratar y despedir al personal laboral.
d) Nombrar y cesar al personal interino y eventual.
e) Ordenar la instrucción de expedientes disciplinarios.
f) Premiar y sancionar a todo el personal de la Corporación.
g) La declaración de situaciones administrativas, así como la jubilación de todo el personal.
h) La asignación individualizada del complemento de productividad y de las gratificaciones.
15- Ejercer la jefatura directa de la policía municipal, así como el nombramiento y sanción de los funcionarios que usen armas.
16- Formar los proyectos de presupuestos con la antelación necesaria.
17- Disponer gastos dentro de los límites de su competencia, ordenar todos los pagos y autorizar los documentos que impliquen formalizar ingresos de depositaría.
18- Desarrollar la gestión económica municipal y rendir cuentas a la Corporación.
19- Organizar los servicios de recaudación y tesorería.
20- Conservar en su poder una de las tres llaves del arca de caudales y asistir a los arqueos.
21- Aprobar las facturas que correspondan al desarrollo normal del presupuesto.
22- Ejercitar acciones judiciales y administrativas en caso de urgencia.
23- Sancionar las faltas de obediencia a su autoridad o infracción de las ordenanzas.
24- Adoptar personalmente, y bajo su responsabilidad en caso de catástrofe, las medidas necesarias y adecuadas.
25- Publicar, ejecutar y hacer cumplir los acuerdos del Ayuntamiento.
26- La convocatoria de las consultas populares municipales.
27- Las demás que le atribuyan las leyes del Estado y la Comunidad.
Conocida esta interesante información, cabe añadir que, por aquella paga y por estos poderes, los valdemoreños queremos de nuestro alcalde-presidente un sano juicio, la efectividad de su labor para con nosotros y el buen uso, además del conocimiento, de sus obligaciones y competencias.
No apreciamos, en absoluto, que se escaquee mientras empuña su bastón de mando prestado. Ni que se haya acostumbrado a lanzar patrañas para intentar colar tantos deslices. Ni que, tan a menudo, se ponga el traje de luces y pretenda torear a sus vecinos no allegados como si fueran reses de toril o de poca monta.

BaldomeroDescartes@yahoo.es

El Cortocircuito

El Cortocircuito
Valdemoro amaneció envuelto por una densa nube de humo gris el lunes 23 de octubre. La calle Guardia Civil se llenó de bomberos, policía, responsables locales y gentes atraídas por la curiosidad. En un principio, la confusión llenó el ambiente y las noticias se sucedieron con detalles imprecisos y contradictorios.
Se sabía que habían ardido varios coches dentro de un aparcamiento domiciliario y que uno de ellos tenía relación con Francisco Granados, valdemoreño de apellidos ilustres, presidente de ARPEGIO – la “Inmobiliaria” de la Comunidad de Madrid – secretario del Partido Popular y consejero de Presidencia de nuestra Corporación Autónoma.
Muchas personas y familias del inmueble siniestrado tuvieron que ser desalojadas y padecieron las consecuencias del incendio. Por fortuna, pese al susto y sus trastornos, no hubo que lamentar desgracias personales. Ante las lógicas y cercanas preguntas de algunos vecinos que observaban en la calle, Francisco contestó que el incidente “tal vez se debía a un cortocircuito producido en los conmutadores eléctricos del estacionamiento”, cercanos a los vehículos.
Sin embargo, el extraño movimiento municipal de las horas siguientes hablaba de algo más serio y menos fortuito. El martes siguiente, día 24 de octubre, varios coches oficiales de porte oscuro y de la Guardia Civil estuvieron aparcados largo rato frente a la puerta de nuestro Consistorio. Además, varios varones trajeados pululando en sus cercanías añadieron más controversia e incertidumbre.
Las noticias se sucedieron durante los días siguientes en medios de información locales y nacionales. El 26 de octubre apareció en el diario Crónica de Madrid una gran foto del desastre y, debajo, un pequeño apunte que situaba a “Granados en el centro de la actualidad”, citando el continuo cruce de declaraciones mantenido con los socialistas. Los comentarios de Francisco hurgaban en la presunta trama urbanística del alcalde de Ciempozuelos, quien dimitió días atrás.
También se citaba: “El incendio en la casa de Granados podría ser provocado. La Guardia Civil considera posible que el incendio en el garaje de la vivienda del consejero de Presidencia, Francisco Granados, en Valdemoro, fuera intencionado. En la inspección ocular, los agentes han hallado indicios de que el fuego comenzó en el Mini de Granados”.
El mismo diario, en otra de sus páginas y por pluma de Nino Olmeda, metía en el mismo saco las supuestas irregularidades urbanísticas en Ciempozuelos, Tres Cantos y otros sitios, las aperturas de extrañas cuentas corrientes en Andorra, la quema del coche de Granados, la derecha madrileña como cómplice del golfeo ligado con el ladrillo especulativo mientras los vecinos padecen graves situaciones de salud, educación o vivienda, y los problemas de los guardias civiles con sus nóminas.
El viernes, 27 de octubre, el periódico La Voz de la Sagra publicaba un artículo cuyo titular anunciaba: “Granados, entre el incendio del Mini de su mujer y el caso Ciempozuelos”. Sus letras decían que el consejero despertó aquella madrugada sobresaltado ante la llamada de los bomberos a su puerta. El humo invadía su casa y no les dejaba respirar. Aseguraba que los informes policiales declaraban este incendio como provocado. En el lugar del incendio aparecieron, según los partes, líquidos inflamables.
Asimismo, tras el humo macilento dejado por el fuego, se dio a conocer que el coche del consejero valdemoreño estaba puesto a nombre de una constructora de Valdemoro. “Su político predilecto”, según el diario La Voz, se veía metido en otra posible trama urbanística. Granados contestaba a esta acusación que “la burocracia ha retrasado el cambio de titularidad del vehículo”.
La batalla política se acentuó cuando la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pidió al fiscal general del Estado y a los cuerpos y fuerzas de seguridad nacional que investigaran la posible relación de este hecho con el escándalo urbanístico que hizo dimitir al alcalde de Ciempozuelos.
Granados no respondía a las preguntas que le acusaban de implicación en trama urbanística, sólo comentó al periódico El País: “El pasado mes de julio, mi esposa compró un Mini Cooper en un establecimiento de Valdemoro y, a cambio, dejó un escarabajo. El hecho de que el vehículo esté aún a nombre de esa empresa se explica por el retraso burocrático en los trámites para la transferencia de titularidad”. Negó también que su esposa tuviera relación con la empresa constructora.
En el Foro Madrid, un acto del Partido Popular celebrado en Aranjuez, declaró: “Es más importante lo que voy a contar que lo que me han preguntado los medios de comunicación, y creo que le interesa a la gente. El domingo a las seis de la madrugada llamaron a mi puerta los bomberos, cuando abrí, ya no podíamos respirar, a mis hijas tuvimos que sacarlas con una toalla mojada para que pudieran respirar. Eso pasó con otras 150 familias. Esto pasa en una casa del sur de Valdemoro, no en un chalet. Ahora estamos viviendo con mi madre, pero hay otros vecinos que se han tenido que ir a vivir a hoteles. Quiero hacer esta reflexión y también decir a los vecinos que lo siento mucho y les pido perdón, ya que ellos son los que menos culpa tienen. Quiero también agradecer las llamadas de todos los alcaldes, de Gallardón, de Acebes, que se han preocupado y me han mostrado su apoyo. También la llamada de Rafael Simancas, aunque todavía desde el Partido Socialista no haya sido condenado este acto de violencia”.
El periódico semanal Información al Día publicaba datos muy semejantes a los vistos hasta ahora. Añadía el nombre de la empresa de la que era propiedad el vehículo ardido, la constructora Grandes Locales de Negocio, S.L., una de las principales constructoras en Valdemoro y vinculada al empresario Ramiro Cid. Esta empresa fue también la encargada de construir el edificio donde vivía Francisco Granados, situado en la calle Guardia Civil de Valdemoro.
A las diversas preguntas de los periodistas en el Foro Madrid del Partido Popular, esta publicación añadió que el hijo de Valdemoro respondía sin vacilar: “Mis hijas están bien, gracias”. Y que matizó en su discurso sobre los hechos acaecidos: “Mis hijas salieron en brazos, con una toalla húmeda en la cara, como muchos otros niños del edificio… Yo vivo con mi madre, y mi familia con mis suegros… Siento mucho lo que está ocurriendo, y que algún cabrito me haya quemado el coche… ”.
Además, tras recriminar a los socialistas que no condenaran el premeditado incendio de su vehículo, predijo que “en las próximas elecciones autonómicas, él y su partido, se llevarían por delante a Simancas, a Porta y a todos esos difamadores del Partido Socialista”.
Con este lío de corral, el gallinero político se alteró más de lo acostumbrado. Gallitos de granjas opuestas, cada uno a su linda manera, cacarearon el asunto por todos los medios informativos, tirándose ladrillos de sus innobles construcciones, tanto urbanísticas como morales. Eso sí, sin pararse mucho a pensar en que buena parte de ellos están implicados en la misma trama que utilizan para difamar a sus adversarios.
No por acusar gratis, sino para conocer bien todo el percal y sacarnos de tantas dudas, desde este humilde rincón invito a cualquier periodista que se precie de serlo, sin vocación de gallina mercenaria o clueca y con un par huevos al menos, a recopilar los permisos de obras concedidos por el Ayuntamiento de Valdemoro en los últimos diez años y aclarar su relación directa con familiares y allegados de sus cabecillas.
Así como a sacar a la luz todos los bienes inmuebles, coches y demás regalos donados por los empresarios beneficiados a nuestros directivos municipales. Y, para subir nota, a buscar posesiones de los mismos o de sus íntimos conocidos en la babilónica Marbella, donde algunas de estas empresas también han obtenido suntuosas ganancias.
No pocos valdemoreños conocen situaciones arregladas, desviadas, cambiadas u ocultadas por Francisco de un plumazo o con una sencilla llamada telefónica. Sabido esto, cuesta mucho creer que la burocracia haya retrasado el cambio de titularidad del vehículo siniestrado. Este comentario suyo no convence a quienes lo conocemos desde que gateaba en nuestra Plaza de la Constitución, a la puerta de su casa paterna.
Sin embargo, entendemos muy bien que, a estas alturas de corrupción general y de cercanas elecciones autonómicas, se intenten emplear todo tipo de tretas políticas para desacreditar a los adversarios y desviar la atención sobre la propia insensatez. E incluso que, haciendo uso de moralina y sensiblería de andar por casa, se utilicen de mala manera a los convecinos y a las propias hijas para remover el corazón de los posibles electores.
Sí, fue un cortocircuito el origen de este último desvarío. No cabe duda. Una avería política que ha ido arrastrando descontrolados cables de alta tensión social por nuestras íntimas cosas. Cosas llenas de casas y de casos extraños. El caso Marbella, el caso Tres Cantos, el caso Ciempozuelos, el caso Valdemoro...
Este caso nos es cercano, llama a nuestras puertas y ahuma nuestros hogares. Es producto de tantos años de desbarajuste por ampararse algunos de nuestros hijos, tan predilectos como pródigos, en la impunidad y la arbitrariedad legalizadas. Herederos iniciados en ideales de un poder desalmado, lleno de tramas y famas en verdad engañosas.

valdemororequiem01

valdemororequiem01


¿Qué quieren ustedes que haga yo?
En Valdemoro, las personas que han perdido el tiempo para ser escuchadas por el alcalde-presidente actual son ya incontables. Dadas las trabas oficiales, lo han intentado de las formas más curiosas: ocupando butacas en los plenos, subiendo a su despacho sin avisar, encerrándose en los retretes del Consistorio, esperándolo en la entrada, asistiendo a los selectos restaurantes y garitos frecuentados por el cabecilla, saliéndole al paso en la calle o en cualquier acto público.
Una vez forzada la breve audiencia, muchos han sido los problemas mostrados por nuestros ciudadanos a su inaccesible y evasivo regidor consistorial. Como si de frase mágica se tratara, una de las respuestas más repetidas por nuestro alcalde-presidente los últimos meses resuena en mi mente como pegajosa melodía veraniega. Sus letras, grabadas a fuego en el lomo popular, llevan esta sugestiva composición: “¿Qué quieren ustedes que haga yo?”
Cansado de oírla, pero sin hacer caso de malos pensamientos o sentimientos, consulté datos en mi nutrido archivo valdemoreño. Éste me reveló que, según los presupuestos de 2006, nuestro alcalde-presidente ingresa cada mes en sus arcas personales, y doble en las pagas de verano y Navidad, 1.408,90 euros por sueldo base, 2.730,82 euros por plus de actividad y 1.010,74 euros por plus extra salarial.
Cantidades que le hacen un salario mensual de 5.150,46 euros (856.964 de las anteriores pesetas) y un salario anual de 72.106,48 euros con el preciso redondeo de los céntimos (11.997.508 pesetas). Un sueldo oficial nada desdeñable, parte de la cifra total que compone las nóminas de todos nuestros ediles.
Hay quienes dicen que este apetecible salario no es mucho en relación con la responsabilidad directiva que entraña, argumentando que en la empresa privada es mucho mayor. No obstante, y sin contar con presuntas “posturas de egipcio” – una mano coge de manera visible por delante y la otra de forma oscura por detrás – las pagas de nuestros cabecillas no son nada desdeñables si tenemos en cuenta sus sudores laborales.
Esfuerzos profesionales que no debemos confundir con el palique o la extraordinaria capacidad para cacarear durante horas según conveniencias. Monsergas cansinas e improductivas que en los serios negocios privados contarían, a buen seguro, con escaso apoyo y dinero.
Asimismo, y gracias al Real Decreto 2568-1986, de 28 de noviembre, por el que se aprobó el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de los Gobiernos Locales, es conveniente saber que nuestro alcalde-presidente tiene, en resumen, las siguientes competencias:
1- Representar al Ayuntamiento y presidir los actos públicos.
2- Dirigir el Gobierno y la Administración municipales.
3- Nombrar y cesar a los tenientes de alcalde y a los miembros de la Comisión de Gobierno.
4- Convocar y presidir las sesiones de Pleno, de Comisión de Gobierno y otras.
5- Hacer cumplir las ordenanzas y reglamentos municipales.
6- Dirigir, impulsar e inspeccionar las obras y servicios.
7- Exigir a todos los obligados el exacto y diligente cumplimiento de los servicios o cargas de carácter público.
8- Dirigir la policía urbana, rural, sanitaria, de subsistencia, de seguridad y circulación, y de costumbres.
9- La concesión de licencias, de apertura de establecimientos fabriles, industriales o comerciales y de cualquier otra índole.
10- Presidir subastas y concursos para venta, arrendamientos, obras, servicios y suministros, y adjudicar los que sean de su competencia.
11- La contratación y concesión de obras, servicios y suministros cuya cuantía no exceda del 5% del límite general. Así como los demás que, excediendo, tengan duración no superior a un año o no exijan créditos no superiores a los consignados.
12- Suscribir escrituras, documentos y pólizas.
13- Dictar bandos.
14- Desempeñar la jefatura superior de todo el personal de la Corporación y ejercer todas las atribuciones en materia de personal que no sean del Pleno ni del Estado:
a) Efectuar convocatorias derivadas de la oferta anual de empleo público, nombrar funcionarios de carrera.
b) Resolver las convocatorias y concursos para la provisión de puestos de trabajo de libre designación.
c) Contratar y despedir al personal laboral.
d) Nombrar y cesar al personal interino y eventual.
e) Ordenar la instrucción de expedientes disciplinarios.
f) Premiar y sancionar a todo el personal de la Corporación.
g) La declaración de situaciones administrativas, así como la jubilación de todo el personal.
h) La asignación individualizada del complemento de productividad y de las gratificaciones.
15- Ejercer la jefatura directa de la policía municipal, así como el nombramiento y sanción de los funcionarios que usen armas.
16- Formar los proyectos de presupuestos con la antelación necesaria.
17- Disponer gastos dentro de los límites de su competencia, ordenar todos los pagos y autorizar los documentos que impliquen formalizar ingresos de depositaría.
18- Desarrollar la gestión económica municipal y rendir cuentas a la Corporación.
19- Organizar los servicios de recaudación y tesorería.
20- Conservar en su poder una de las tres llaves del arca de caudales y asistir a los arqueos.
21- Aprobar las facturas que correspondan al desarrollo normal del presupuesto.
22- Ejercitar acciones judiciales y administrativas en caso de urgencia.
23- Sancionar las faltas de obediencia a su autoridad o infracción de las ordenanzas.
24- Adoptar personalmente, y bajo su responsabilidad en caso de catástrofe, las medidas necesarias y adecuadas.
25- Publicar, ejecutar y hacer cumplir los acuerdos del Ayuntamiento.
26- La convocatoria de las consultas populares municipales.
27- Las demás que le atribuyan las leyes del Estado y la Comunidad.
Conocida esta interesante información, cabe añadir que, por aquella paga y por estos poderes, los valdemoreños queremos de nuestro alcalde-presidente un sano juicio, la efectividad de su labor para con nosotros y el buen uso, además del conocimiento, de sus obligaciones y competencias.
No apreciamos, en absoluto, que se escaquee mientras empuña su bastón de mando prestado. Ni que se haya acostumbrado a lanzar patrañas para intentar colar tantos deslices. Ni que, tan a menudo, se ponga el traje de luces y pretenda torear a sus vecinos no allegados como si fueran reses de toril o de poca monta.

baldomerodescartes@yahoo.es