Valdemoro Réquiem...

Bienvenidas sean, gentes de Valdemoro y de más allá de este bendito foro. Soy Baldomero Descartes. Nací en Valdemoro hace ochenta años y unos cuantos meses. Caí en medio de la Plaza de la Villa, la que hoy es de la Constitución. Quiso Dios que mi querida madre diera a luz allí mismo, hiciera anécdota y me trajera a este mundo lleno de tinieblas...

lunes, febrero 26, 2007

Disculpas

Disculpas

Lo más atroz de las cosas malas
de la gente mala es el silencio
y la pasividad de la gente buena.
Mahatma Gandhi

La libertad de expresión es una de las propiedades más nombradas en las sociedades democráticas. Con este derecho, cada persona puede expresar sus ideas y razonamientos mediante palabras, imágenes, sonidos o cualquier otro medio, sin obstáculos, disposiciones, instrucciones, permisos o censuras de la autoridad.
Esta libertad, a su vez, es resultado de la libertad de pensamiento y de la libertad de opinión. Libertades que, en sí mismas, forman un derecho absoluto, pues cada cual es libre de pensar y de opinar como estime oportuno.
Sin embargo, aquello que se expresa tiene unos límites. Estas fronteras son los derechos de las demás personas, para que se respete su dignidad, consideración, intimidad y fama. Derechos planteados también para la sociedad en general, con el fin de estar a salvo de opiniones o pensamientos atentatorios contra la convivencia y el orden público democráticos.
Del mismo modo, la libertad de expresión está en íntimo contacto con la libertad de enseñanza: el derecho a aprender y a enseñar sin imposiciones gubernativas, la libertad de cátedra: el derecho del docente a exponer los conocimientos sin interferencias estatales ni sujeción a doctrinas oficiales, y la libertad de información: el derecho a difundir y recibir información independiente por cualquier medio, sin censura ni instrucciones impuestas.
De aquí parte la libertad de prensa: derecho que conlleva la inmunidad de los medios de información – televisiones, radios, periódicos, libros y revistas – respecto al control o la censura del gobierno. Los medios de información de masas representan un gran poder que puede actuar hasta el extremo de representar un importante medio de crítica del gobierno, lo cual es conveniente en democracia.
Pero cuando las técnicas informativas se monopolizan alrededor de determinados intereses y distorsionan la realidad, la propia diversidad queda degradada en cuanto a su valor democrático, deformando la prensa, la información, la cátedra, la enseñanza, la opinión, el pensamiento y hasta su expresión.
Muchos medios informativos están dirigidos y financiados por poderosos partidos en el gobierno, haciendo bueno el dicho “cuanta más devoción más razones para mentir”. Sin embargo, durante los últimos años el poder de persuasión de estos medios se ha visto afectado por la invasión de prensa gratuita y, sobre todo, por páginas y foros expresivos de Internet, auténtica calle de la libertad de la opinión popular, al menos hasta ahora. La competencia informativa es voraz en nuestra sociedad actual y esta saturación de datos confunde mucho más que informa o aclara.
En Valdemoro, la utilización de Internet por la gente como medio de expresión y denuncia también se ha hecho notar. Entre plumillas verduleras, lapicerillos chapuceros, desatinos y amenazas emitidas, arbitrarios y oficiales palos de ciego, saltimbanquis buscavidas, sabandijas acusicas, traperos vendemadres, triperos comecarroñas y petimetres sin padre, destacan personas que, con decidido esfuerzo, aclaran y hacen ver nuestra Historia reciente.
Hasta el momento, los políticos democráticos y valdemoreños que han sido puestos en duda por probables prevaricaciones, malversaciones o abusos de poder a sabiendas para beneficio propio o de sus allegados, han seguido haciéndolo como si tal cosa o, como mucho, han abandonado la política poniendo excusas tan peregrinas como “no estar de acuerdo con la oposición planteada por su partido”, “no querer seguir perjudicando más a su partido en Valdemoro”, o “motivos de salud”.
Unos desaparecen como si hubiesen sido tragados por algunos de esos monstruos de ladrillo con los que siguen especulando. Otros se permiten volver a la política con otro nombre y otra chaqueta, como si no hubiera pasado nada de lo transgredido, con nuevos bríos y respaldos, descansados, con la lengua más suelta, diciendo de corrido lo que los vecinos quieren oír.
Está visto que nuestros políticos no quieren saber mucho sobre derechos, dignidad, consideración, intimidad y fama de sus gobernados. Sus humillaciones y estafas para con ellos así lo manifiestan. Tampoco saben pedir excusas y menos en compañía de franqueza.
Mientras esperamos que su ignorancia se enmiende y aprendan a pedir disculpas en público tan bien como a recitar paparruchas, será bueno leer a aquellas personas que escriben de forma independiente para mostrar sus velos, maquillajes y disfraces.
También será bueno conocer que estas personas, sin recibir nada a cambio, están dejando buena parte de su vida en ello y que, hasta que nuestra Villa cambie para bien de forma ostensible gracias al esfuerzo común, cosa tal vez improbable, sus nombres seguirán siendo don Nadie y doña Nada.

Caminos de Agua

Caminos de Agua

Bajo Valdemoro existen una serie de cuevas con ramales, recovecos y vericuetos desconocidos por la mayoría de quienes, a diario, se mueven sobre ellas. Estas oquedades surcan nuestra Villa antigua, la que sobrevive a la explotación urbanística. Las construyeron los moros de antaño, aquellos entendidos en ingeniería agrónoma superior, técnica tan matemática como poética. Estas cuevas se conocen como “caminos de agua” y se sabe que podían recorrerse sobre ligera barca.
Sirvieron para captar y canalizar las abundantes y saludables aguas subterráneas de Valdemoro. Se usaron pozos y galerías subterráneas perforadas aplicando técnicas de origen oriental, por las que se conducía el agua desde un pozo madre, que la recogía desde las capas freáticas y tenía unos respiraderos o pozos de ventilación cada cierta distancia. Esta técnica la introdujeron los omeyas, califato que gobernó la España musulmana entre los años 929 y 1031. Sus arquitectos se servían de los zahoríes para detectar la localización de las aguas subterráneas.
Aparte de suministrar agua para las casas, estas cavidades también sirvieron después para albergar al solicitado vino de Valdemoro y darle su necesario reposo. Caldo muy apreciado durante el siglo XVII, así como las uvas de sus extensos viñedos hoy desaparecidos.
Lo soterrado, eso que se oculta para no ser visto o no se ve por estar ocultado, ha sido empleado siempre por los seres humanos. En situaciones difíciles y bélicas estos pasadizos bajo tierra cobijaron secretos, ampararon personas y escucharon palabras con voz de aire y a la luz de una vela. Hechas leyenda, muchas de sus frases se las llevó la corriente de sus limpias aguas, la brisa de lo efímero y no poca desidia heredera.
Muchos de estos surcos, horadados bajo el suelo por manos de hombres entendidos en el discurrir del agua clara, sobrevivieron al paso de los siglos y a la barbarie humana. Más o menos, llegaron en buenas condiciones hasta el último cuarto del siglo XX. Estos últimos decenios, los ancianos hemos tenido la mala fortuna de ver cómo se destruían buena parte de estos tesoros. Considerados así no por ñoñerías fuera de razón, sino por la Dirección General de Patrimonio Histórico, en la que están incluidas.
Para comprobar lo dicho y ver los entresijos que han llevado a esta situación, vamos a contemplar algunos hechos que sucedieron no hace mucho. Acontecimientos que, por orden cronológico, vienen a complementar los aparecidos en anteriores títulos de este Réquiem por Valdemoro. Cualquiera que mueva antes las neuronas que la lengua, comprobará que son pruebas legibles en hemerotecas y, si se abren bien ojos y oídos, en las mismas calles de Valdemoro.
El 3 de febrero de 1995, apareció en el diario El País un artículo titulado: “El PSOE y el PP llevan a los tribunales la política de Valdemoro”, y marcado con estas palabras: “La fiscalía de Madrid se ha convertido durante el último trimestre en el árbitro de los asuntos públicos en Valdemoro. El PP ha trasladado al fiscal diversos casos que a su juicio pueden demostrar irregularidades en la gestión del alcalde, el socialista José Huete.
En diciembre, el portavoz del PP en Valdemoro, Francisco Granados, presentó en la fiscalía documentos sobre la posible apropiación indebida por parte del alcalde de 20 millones de pesetas obtenidos por la venta de una finca a la empresa constructora Eydisa. Huete no ingresó el dinero, pese a los requerimientos del interventor en la caja municipal, porque dijo que había utilizado esa cantidad para pagar una deuda del Ayuntamiento con la empresa. El regidor se querelló contra Granados y contra el antiguo interventor, Ramiro Calatayud, al que acusa de robar y falsificar documentos.
El pasado enero, Huete acudió a declarar ante el fiscal por este asunto y se enteró de un nuevo caso contra él, esta vez relacionado con la empresa municipal de servicios Aserval. Según el PP, Huete y el concejal de Urbanismo, Antonio Serrano, perciben por asistir a las reuniones de Aserval, aparte de 20.000 pesetas en concepto de dietas, otras 100.000 por labores de gestión. Para los del PP es un claro ejemplo de sobresueldo, ya que son concejales liberados y sólo pueden cobrar un sueldo del Ayuntamiento. Según Serrano, se trata de una medida positiva que ahorra al pueblo tener que contratar un administrador para Aserval.
En el pleno del miércoles, los cuatro ediles del PP abandonaron el salón ante lo que consideraban una actitud dictatorial del alcalde a la hora de conceder la palabra. El pleno versaba sobre el Plan General de Ordenación Urbana, y en él Huete anunció una nueva demanda contra Granados por intromisión en el honor y otra contra el concejal popular Miguel Ángel Duque, quien acusó públicamente al regidor de pasar sus vacaciones con un conocido constructor.”
El día 8 de julio de 1995, el periódico El Mundo sacó este titular en sus páginas sobre Valdemoro: “No sometió al pleno el nombramiento de dos cargos. El alcalde comparecerá ante el juez acusado de un delito de prevaricación. El socialista José Huete, reelegido alcalde de Valdemoro gracias al pacto alcanzado con IU tras los pasados comicios municipales, será juzgado próximamente por un delito de prevaricación. La Audiencia Provincial ha acordado la apertura de juicio oral contra el primer edil por contratar en marzo de 1992, y por decreto, a dos cargos de confianza sin que la decisión fuera aprobada en pleno como determina la ley reguladora de la Administración Local.
Según este decreto, el regidor nombró a Julián Fernando Sánchez-Paus y a Enrique J. Gálvez, técnicos asesores jurídico y económico, respectivamente, de un gabinete de coordinación, estudio y asesoramiento determinándose un sueldo para cada uno de 4.438.000 pesetas brutas anuales. José Huete procedió a dar cuenta de la creación de estos puestos, así como el nombre de las personas que habían de cubrirlos en el pleno celebrado el 17 de ese mes. Pero no sometió al pleno su decisión.
Por este motivo, el abogado Enrique Sanz Martín presentó denuncia contra el alcalde el 23 de abril de 1993. En el escrito de acusación contra Huete, el letrado argumenta que los nombramientos y la creación de estos dos puestos de trabajo vienen a sustituir la función asesora que imperativamente la ley impone al secretario, y solicita para el inculpado la pena de ocho años y un día de inhabilitación, si bien el fiscal no ha apreciado delito penal.”
Ese mismo sábado, 8 julio 1995, El País encabezaba: “El alcalde de Valdemoro, procesado por prevaricación. El regidor de Valdemoro, el socialista José Huete, tendrá que pasar por el juzgado al haber descubierto la Audiencia Provincial de Madrid indicios de delito en su actuación. Concretamente, la Sección Cuarta de este tribunal ha acordado la apertura de juicio oral contra Huete por un presunto delito de prevaricación (realizar un acto injusto a sabiendas) al nombrar a dos cargos de confianza sin el preceptivo acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Valdemoro.
Los hechos que serán juzgados se remontan al 1 de marzo de 1992, cuando el regidor nombró a un técnico asesor jurídico y otro económico. Mediante un decreto de alcaldía, ambos técnicos se incorporaron al gabinete de coordinación, estudio y asesoramiento, percibiendo de las arcas del Ayuntamiento un salario anual cercano a los cuatro millones y medio de pesetas.
Un abogado de la localidad, Enrique Sanz, tras conocer esta actuación, se querelló contra Huete por un presunto delito de prevaricación. A su juicio, el alcalde dio cuenta al pleno de la creación de estos puestos, pero sin someter al dictamen de la corporación las características y retribución de los mismos. El Código Penal prevé una pena para este tipo de delitos de entre 6 y 12 años de inhabilitación especial. En su denuncia, el querellante ha solicitado ocho años y un día de suspensión. Enrique Sanz ha enfatizado que su denuncia no se basa en intereses políticos, sino en la defensa de sus clientes, vecinos de Valdemoro, que se merecen una buena administración.
El alcalde ha rechazado realizar cualquier declaración, aunque fuentes próximas al Ejecutivo local han señalado que los servicios jurídicos del Ayuntamiento ya están trabajando para esclarecer el asunto.”
De la mano de Julián Morales, el diario El País nos mostraba el 24 enero 1996 este título y su contenido: “Desestimada una querella contra el alcalde de Valdemoro. La fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid ha desestimado la querella por apropiación indebida interpuesta contra el alcalde de Valdemoro, el socialista José Huete por el portavoz local del PP, Francisco Granados.
En noviembre de 1994 el portavoz del PP denunció que Huete no ingresó en la caja municipal 20 millones de pesetas obtenidos por la subasta de una parcela. Esta parcela fue concedida a la empresa Estructuras y Diseño, S.A. Según el alcalde, el consistorio tenía contraída una deuda por ese importe con la empresa que quedó compensada con el pago de la parcela. La fiscalía no ha visto indicios de delito en la actuación de Huete.
Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid ha admitido a trámite, una querella del alcalde contra el portavoz popular y contra el antiguo interventor, Ramiro Calatayud, por injurias y calumnias en relación a este caso. Huete pide una multa para ambos de 30 millones de pesetas en concepto de responsabilidad civil. Granados ha señalado que se limitó a poner en conocimiento de la fiscalía unos hechos que podían ser constitutivos de delito.”
El País del 16 de abril de 1996 decía: “Tres familiares del alcalde de Valdemoro ganan una oposición. El Partido Popular de Valdemoro ha presentado una denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por las supuestas irregularidades de los últimos exámenes de personal del Ayuntamiento de la localidad.
Según el PP, tres de las seis plazas concedidas fueron a parar a familiares del alcalde, el socialista José Huete, y otra a la mujer del portavoz de IU, Felipe Rodríguez, cuyo grupo apoya al gobierno local. Los exámenes se celebraron el pasado diciembre para cubrir puestos técnicos con categoría de funcionarios. La plaza de técnico de personal la obtuvo la actual compañera del alcalde; el puesto de jefe de archivo, una prima de Huete; el de directora de la residencia municipal, la mujer del portavoz de IU, y el de archivera, una cuñada de la pareja del alcalde – María Jesús López Portero –.
Todos ellos, excepto la nueva archivera, ya trabajaban para el Ayuntamiento. El alcalde ha reconocido que sus familiares aprobaron, pero en un concurso-oposición y por méritos propios, ya que llevan trabajando para este Ayuntamiento como personal laboral una media de siete años. Huete ha negado las acusaciones de nepotismo y alega que no participó en el tribunal.
A los exámenes se presentaron una media de diez personas por plaza y, mientras el PP asegura que tres aspirantes han presentado impugnaciones, el alcalde dice que no ha habido alegación alguna y que los funcionarios aprobados desempeñan su labor desde enero. El portavoz del PP, Francisco Granados, ha señalado que su grupo no duda de que las personas aprobadas sean las más aptas, pero dice que los exámenes se han realizado sin garantías de igualdad.
Granados añadió que su grupo hizo una impugnación interna desestimada por la comisión de gobierno y abandonó los tribunales de exámenes al recibir las preguntas ya hechas y sin precisar el nombre de quién las había confeccionado. Huete ha defendido la limpieza del tribunal, en el que había representantes del comité de empresa y de la Comunidad de Madrid, y asegura que nadie presentó quejas sobre el proceso de selección.”
El 5 de mayo 1999, El País publicó: “La comisión de ética del PSOE investiga al alcalde de Valdemoro. La comisión de ética del PSOE se reunió ayer para decidir el futuro político del actual alcalde de Valdemoro y candidato a la reelección, José Huete López. Huete, que lleva 16 años en la alcaldía y cuatro más como concejal, está siendo investigado por el incremento súbito de su patrimonio personal.
Algunas informaciones internas cifran el montante de sus adquisiciones recientes en 100 millones de pesetas (140 millones, en valor de mercado), una cantidad que el aludido niega de pleno. El caso de este munícipe está siendo objeto de estudio por parte tanto de la comisión de ética federal como de la regional. Sus respectivos presidentes, Tomás de la Quadra Salcedo y Elena Vázquez, ya se reunieron el lunes con sus averiguaciones sobre Huete, y ayer continuaron con el trabajo, según Servimedia.
Si decidieran apartar a su compañero de la vida pública, el candidato del PSOE para Valdemoro sería, previsiblemente, el actual edil de Urbanismo y número dos, Antonio Serrano. José Huete percibe como alcalde unos emolumentos anuales brutos de unos seis millones, según consta en la documentación que maneja la comisión. Consultado al respecto, el regidor señaló que también gana 100.000 pesetas por cada asistencia a los consejos de administración del Canal de Isabel II y 40.000 en las reuniones de la empresa pública municipal Aserval, que lleva año y medio de práctica inactividad. De estos ingresos hay que descontar una cierta cantidad en concepto de manutención de sus dos hijos, después de haberse divorciado hace cinco años.
El 8 mayo 1999, El País anunciaba el abandono de Huete: “El alcalde de Valdemoro renuncia al cargo tras investigarse su patrimonio. El socialista José Huete López, alcalde de Valdemoro desde 1983, ha tirado la toalla. El regidor anunció anoche que renuncia a encabezar la lista municipal del 13 de junio después de que la Comisión de Ética de su partido le haya estado investigando por el incremento súbito de su patrimonio. Huete aseguró que quería dedicarse ahora a defender su buen nombre y combatir las calumnias que se han vertido de la forma más cobarde.
Después de 20 años en la Corporación municipal (16 como alcalde, cuatro más en calidad de concejal), José Huete dice adiós a la política. El jueves, durante el pregón inaugural de las fiestas patronales, un sector del público congregado en la plaza le abucheó y pidió su dimisión, según testigos presenciales. Ayer decidió poner punto final a cuatro lustros de trayectoria pública.
Lo hace, según apuntó en una nota, para no seguir perjudicando más a su partido en Valdemoro, y después de haber acreditado el apoyo de la agrupación socialista local y de la Federación Socialista Madrileña (FSM), que ayer mismo había presentado la candidatura de Valdemoro ante la Junta Electoral de zona con Huete aún en el primer puesto de la lista. Huete se marcha después de que las comisiones de ética de su partido – tanto la federal como la regional, dirigidas por Tomás de la Quadra y Elena Vázquez – hubiesen investigado el presunto incremento de su patrimonio personal con pisos, locales, garajes y un BMW, por lo que ha trascendido.
Las pesquisas se han intensificado durante toda la semana, pese a lo cual el secretario general de la FSM, Jaime Lissavetzky, ha seguido confiando en su compañero. Un portavoz de la federación socialista admitió que el comité regional de listas tenía previsto refrendar hoy a Huete como número uno en Valdemoro.
Tras la renuncia, tendrá que ser el hasta ahora primer teniente de alcalde, Antonio Serrano, quien encabece el proyecto del PSOE en esta localidad sureña. Serrano ha cubierto dos legislaturas como portavoz municipal, concejal de Urbanismo y, desde 1998, director de la Oficina de Planeamiento Urbanístico.
Por otra parte, Fernando Morán, candidato socialista a la alcaldía de Madrid, dedicó ayer sus esfuerzos preelectorales a criticar la Operación Chamartín, a la que calificó como el paradigma de lo que no puede hacerse en la administración de una ciudad. Morán argumentó que una operación urbanística de tal envergadura (abarca 1,6 millones de metros cuadrados de superficie) haya sido confiada a un solo concesionario, Argentaria. El candidato visitó ayer el distrito y argumentó que una operación con 500.000 millones de pesetas de beneficios exigiría un control público a través de un consorcio integrado por el Ministerio de Fomento, la Comunidad y el Ayuntamiento.”
Y así iba la política en la Valdemoro de aquellos días, a tribunal iba y de tribunal venía, poco más o menos como hoy. José Huete López decidió abandonar este cargado albañal por las presuntas irregularidades vistas atrás y dedicarse a sus negocios familiares, cómo no, relacionados con la construcción.
Dada la situación, el sonado fracaso del PSOE en las elecciones de 1999 provocó también la marcha del anterior concejal de Urbanismo y nuevo aspirante a alcalde, Antonio Serrano, al PSOE de Aranjuez, para formar parte del equipo de gobierno de esta cercana Villa.
Por contra, y sin contar supuestas irregularidades de estas votaciones, el Partido Popular pasó de tener cuatro concejales a tener trece. Trece escaños de los veintiuno de nuestro Consistorio, que hasta el día de hoy, según pruebas y presuntas anomalías añadidas, les permiten gozar de una mayoría tan absoluta como disoluta.
Años después, la esencia de las cosas no ha cambiado un ápice. Tal vez los comités de ética de los partidos políticos, expertos en inmoralidades de autoridad, tengan la clave para cambiarla un día de éstos. Sin embargo, los platos rotos se siguen haciendo añicos en nuestra plaza de la Constitución, delante de nuestras narices. Entre cascotes y restos cortantes, todos se acusan entre sí y nadie se hace responsable de nada de hoy o de ayer.
Hartas, las víctimas se quejan en la calle, aprovechando las conversaciones vecinales y cercanas que se dan. También escriben cartas como penúltimo recurso para su malestar por el abuso de poder, sea cual sea su tinte.
Una de estas denuncias ciudadanas, al hilo de lo visto y salpicada por el babeo político que nos inunda, llegó a mi buzón de la calle Libertad el día 5 de febrero de 2007 diciendo esto: “Somos propietarios de una casa situada en la calle Alarcón de Valdemoro. Cuando a finales del año 2004 la empresa Curifra Obras y Promociones, propiedad del ex-alcalde José Huete López, compró una casa adyacente de la misma calle, no nos imaginábamos… lo que sucedería. Somos propietarios de una cueva, que pasa por parte del subsuelo y consta en escritura. Pero al señor Huete se le antojó hurgar en ella pese a las denuncias hechas por nosotros en los juzgados. Sus obras se metieron en nuestra cueva por un agujero que hizo y de los cien metros que tenía nos ha dejado diez. Se denunció este hecho también en el Ayuntamiento de Valdemoro y en la Dirección General de Patrimonio Histórico, quienes vinieron y paralizaron la obra.
A pesar de todo, se siguió construyendo. Un día llamamos a la policía local, los guardias vinieron, pero ningún obrero les abrió, siguieron trabajando. Cortaron la calle, pusieron contenedores, iban y venían camiones de esta obra y nadie los paraba. Así, con muchas denuncias puestas en los juzgados y muchos escritos enviados al Ayuntamiento, el señor Huete ha terminado unos apartamentos en la calle Alarcón.
Además de cambiar la forma original de esta cueva protegida por el Patrimonio, cosa que no podía hacer, este señor ha tabicado nuestra entrada y ha hecho trasteros. También nos ha cortado el paso a un patio, puesto también en escritura, ha sacado ventanas a él y nos ha colocado dos aparatos de aire acondicionado. No contento con todo esto, nos ha tirado forjados, paredes medianeras, se ha subido en nuestra propiedad y se ha apropiado de un pozo mancomunado.
Hemos denunciado muchas veces que esa obra no es de rehabilitación como consta en la licencia, sino de obra nueva. Tuvo que ser la Dirección General de Patrimonio Histórico la que paralizase la obra. Pero los apartamentos construidos, aunque no están legalizados, están terminados… Con posterioridad, José Huete compró otra casa de la calle Alarcón, casa que derrumbó sin tener licencia previa, la cual fue concedida posteriormente…
Hemos preguntado en el Ayuntamiento cómo es posible que Huete pueda hacer lo que quiera, pero no nos contestan. Sabemos que hay apartamentos vendidos y gente perjudicada, no entendemos por qué el Ayuntamiento deja que este señor campe a sus anchas, cuando somos varios vecinos los perjudicados. Tiene puestas muchas denuncias y cuando salgan las sentencias serán mas las personas perjudicadas. De todo esto tenemos documentación.
El jueves, día 1 de febrero de 2007, se derrumbó la fachada de las obras que realiza en la calle Nicasio Fraile. Esa obra tiene licencia como rehabilitación y ampliación de edificio, cuando no queda ni un ladrillo de lo antiguo. No ocurrió una desgracia porque en esos momentos no pasaba nadie. Hubo suerte.”
Zahoríes musulmanes detectaron energías vitales llevadas por el agua pura y fresca que recorría las profundidades del suelo que hoy pisamos. A la hora de construir un hogar, los arquitectos pensaban en orientarlo hacia el sur para aprovechar la luz del Sol y en la energía telúrica que manaba del lugar elegido gracias al trascendental líquido subterráneo.
Mucha sabiduría de antaño es tachada hoy de superchería. Sin embargo, gran engañifa es, por ejemplo, el actual caos urbanístico-político con enciclopedia ética de regalo. Sobrados de traiciones, trampas, acusaciones, desafectos y soberbias de todas las tallas, los mayores valdemoreños echamos de menos aquellos caminos de agua clara que recorrió nuestra mocedad, con un pozo madre que recogía moral fresca de las capas freáticas y unos respiraderos de cordialidad que ventilaban nuestros ánimos. Para, con voz de aire y a la luz de una vela, seguir llenando de hermosos valores el vacío de nuestros bisoños corazones.

lunes, febrero 12, 2007

¿Socialistas? (Otra Forma de Vender Valdemoro)

¿Socialistas?
(Otra Forma de Vender Valdemoro)

Por enconadas e hirientes disputas internas, a casi nadie pasa desapercibido ya que el pasado mayo de 2006 se desintegró la dirección del Partido Socialista Obrero Español de Valdemoro. La dimisión de sus directivos obligó a los socialistas de Madrid a crear un grupo para encargarse de la gestión y rehabilitación de este partido en nuestra Villa, compuesto por integrantes de las facciones rivales y Andrés Rojo, secretario de organización de los socialistas madrileños.
En aparente tranquilidad discurrió el verano de ese año. Mientras tanto, comentarios de espontáneos foros mantenidos en la calle e Internet echaban de menos, en general, una clara y consistente antítesis política para el trasnochado gobierno del Partido Popular y, en particular, se preguntaban dónde se habían metido los socialistas de nuestro Ayuntamiento.
Recalentando la decadente época estival, varios periódicos de la zona, El Iceberg del día 12 de septiembre entre ellos, publicaron artículos donde aseguraban que la dirección del PSOE renegaba de las elecciones primarias en varios municipios madrileños, imponiendo a los candidatos desde su Federación. Un hecho paradójico, lleno de probables irregularidades e hipotético caciquismo, en una institución que se dice socialista.
Viendo peligrar sus cómodos escaños consistoriales tras esta decisión superior, ediles socialistas hicieron un escrito destinado a la dirección madrileña del partido, pidiendo la celebración de elecciones democráticas para elegir candidaturas entre los aspirantes presentados. Estos concejales anexionaron al documento varias hojas con datos personales de militantes valdemoreños, en teoría firmadas por éstos.
No obstante, comentarios callejeros y testigos de esta agitada y apremiante recopilación, hablaron de la presunta falsificación de un número indeterminado de estas firmas por parte de algunos de los responsables del socialismo valdemoreño. Falsificaciones ya practicadas antes y denunciadas, asunto importante en relación con las últimas tensiones habidas entre facciones.
El nuevo curso político se mostraba calentito, sobrado de leña seca y chispas para avivar las rojas brasas bajo el gris cenizo. Así las maderas y las maneras de esta carabela socialista, el 27 de octubre de 2006 apareció en el periódico La Voz de la Sagra un artículo de Jorge Solana con el claro título “Eva Borox no será candidata para las elecciones de 2007”.
Asimismo, añadía estos comentarios de Andrés Rojo: “La apuesta de la dirección del partido desde Madrid es de cambio en la dirección del grupo y un cambio en nuestra referencia de cara a las próximas elecciones. Nuestra intención es cambiar… Nosotros queremos plantear un proyecto alternativo, autónomo y que sea referencia para los ciudadanos de Valdemoro. Vamos, a través de la agrupación política local, a plantear una alternativa. Habrá muchos cambios en el grupo municipal y, por supuesto, en la candidatura”.
Dicho esto, apareció la semana siguiente, en el mismo periódico y por mano del mismo periodista, otro artículo titulado: “La campaña de la portavoz sorprende a la dirección socialista de Madrid”, donde se matizaba: “Según fuentes del Partido Socialista de Madrid, se han visto con cierta sorpresa los movimientos y campañas de Eva Borox para ser nombrada candidata… La aparición de la portavoz local, Eva Borox, en algunos medios y con algunas declaraciones, también habría podido provocar suspicacias en Madrid, al entender que se posicionaba como futura candidata”.
Esta situación, llena de incertidumbre y rarezas, se incrementó cuando la actual portavoz socialista apareció sonriente y con los brazos cruzados en los anuncios de autobuses de las líneas urbanas de Valdemoro y de publicaciones del sur madrileño, fruto de una campaña publicitaria nada acorde con la situación política vivida por el PSOE de la localidad. Con un lema añadido que, puesto a la altura de su sonrisa personal, cantaba: “Otra forma de entender Valdemoro”.
Ante la inesperada y desconcertadora publicidad, más acorde con otro tipo de comportamientos políticos ya desmenuzados en este Réquiem, numerosos miembros de la agrupación socialista manifestaron su rechazo a esta vanidosa tentativa y el daño añadido que podría hacer al PSOE valdemoreño. Esto sin contar con la respuesta que, como un clamor, brotaba de esta repetida pregunta: ¿De dónde salió el dinero para pagar toda esta propaganda?
Pese a estas lindezas, la dirección socialista de Madrid pronosticó el nombramiento de un candidato para el mes de febrero, fecha tardía para muchos de sus militantes. Para bastantes de ellos, no exentos de congoja e incredulidad por lo vivido, la anunciada renovación, con la necesaria reorganización interna y la designación de un buen candidato rodeado de un equipo capaz e ilusionado, era prioritaria.
Con todo esto, los últimos días de enero de 2007 volvió a levantarse la polvareda socialista. Una cantidad considerable de militantes fueron llamados desde el grupo socialista en el Ayuntamiento y desde la sede de la agrupación. La intención de estas llamadas era conseguir sus firmas para avalar a los aspirantes a candidatos socialistas.
Bastantes asociados de este partido, confundidos, desinformados y preguntándose por el candidato ideal que iba a ser elegido por la Federación Socialista de Madrid, se enteraron poco tiempo antes de que el día 31 de enero, a las 20:30 horas, se elegiría en la sede socialista de Valdemoro a un candidato para encabezar las cercanas votaciones de mayo.
Según comentarios coincidentes y contrastados de personas presentes en la sala aquel día, el ambiente que se respiraba allí era incierto, tenso, malhumorado, desconfiado y sin sillas para poder sentarse. Muchas de las personas congregadas, y ajenas a maquinaciones de candidaturas, no se enteraron de quiénes se presentaban como aspirantes a candidato hasta ese mismo momento. Y aún siguen sin saber qué equipos de personas componían cada una de estas opciones.
Del cansancio, el calor, la tensión ambiental, la desorganización, los reajustes de última hora, los aburridos discursos de cada candidato – Ángel Vázquez, Margarita Peña y Eva Borox –, la carencia de información, los líos de votaciones, la duración de la reunión hasta las 12:30 horas y la elección de la poco sorprendida Eva Borox como candidata del PSOE para la próximas elecciones municipales de mayo, hablaron días después y de manera abierta personas asistentes y algunos informadores.
Pero entre estos detalles hubo uno que, pese a no ser publicitado, fue el más importante y revelador. Se trata de la impugnación presentada por una dama socialista antes de los discursos de los tres candidatos. Esta objeción denunciaba la probable apertura de un número indeterminado de cuentas corrientes, desde donde alguien paga las cuotas de supuestos militantes del PSOE de Valdemoro para obtener sus votos en estas y otras votaciones y, como consecuencia, sus beneficios político-económicos. Así como la reiterada falsificación de firmas para avalar candidatura en la dirección socialista de Madrid.
¿Qué sucederá con esta impugnación hecha en toda regla y comprobada? ¿La Federación Socialista de Madrid revisará los datos que se aportaron sobre estas irregularidades y sus dolosos frutos? ¿Se consolidará la elección de Eva Borox pese a las anomalías planteadas? ¿Son estas mañas las adecuadas para reavivar la política valdemoreña en general y el socialismo valdemoreño en particular?
Socialismo es un término muy relacionado con lo social. Aunque sus inicios se remontan a la época de la Revolución Francesa, desde principios del siglo XIX designa teorías y acciones políticas que defienden un sistema político-económico basado en la socialización de los sistemas de producción y el control estatal de los sectores económicos, lo que se oponía a los principios capitalistas y explotadores del ser humano desamparado.
Socialistas se dicen ahora quienes, a precio avieso, trafican con nuestro capital social, difamando y desprestigiando a quienes trabajan por el bien común, socialistas o no. Y es lastimoso. Hoy, el socialismo de Valdemoro se califica demasiado como probable, supuesto, hipotético, ambiguo, sospechoso, dudoso, incierto y equívoco.
Las falsificaciones, los pagos capciosos y las pillerías que, a lo largo de todos estos años democráticos, han empleado algunos de sus ediles y pretendientes a puestos de poder o decisión, han hecho del PSOE valdemoreño un Presunto Socialismo Obrero Español con otra forma de vender Valdemoro.

(Para ofertas de publicación de este "Réquiem por Valdemoro" completo, con más interés por la difusión que por el beneficio editorial, escribir a baldomerodescartes@yahoo.es)

lunes, febrero 05, 2007

Islas de Valdemoro

Islas de Valdemoro

Son casas adosadas, de una planta, con estructura sencilla y acogedora, penúltimas hornadas honradas en lo que a construcción se refiere, con clásicos tejados en uve invertida cubiertos por tejas, enjalbegadas la mayoría de sus paredes exteriores, como otros muchos hogares rústicos del sur de España, no pocos de ellos reconvertidos hoy para acoger, en forma de turismo rural, a los agitados excursionistas que vomitan las grandes urbes.
Algunas de estas hermosas casas, construidas entre los años sesenta y setenta del siglo pasado, todavía subsisten en determinados puntos de nuestra Villa con carácter humilde y limpio, como las almas que acogen desde hace más de tres decenios, de cuando Valdemoro seguía siendo un pueblo para muchos paisanos y forasteros atraídos, marcando con la blancura de sus paredes nuestros antiguos arrabales.
En las calles Mallorca y Menorca, cercanas a la estación de ferrocarril, quedan unas cuantas de estas viviendas, seis en una y otras seis en la otra. La mayoría de sus propietarios son personas mayores, con experiencia y edad avanzadas. Aunque también cohabita en su vecindad una empresa dedicada a los asuntos medioambientales.
Representantes de nuestro Ayuntamiento les han visitado en varias ocasiones, al menos dos, antes y después del verano de 2006. La intención de estos correveidiles oficiales no era otra que intentar convencerlos para que les vendieran sus casas. Como cebo, les ofrecieron unos cuantos millones de pesetas, para que lo entendieran mejor y les pareciera más substancioso que escuchado en euros, y hasta dos pisos gratis de los que se construyeran.
Esta charla añadía que los pisos ofrecidos serían de ladrillo nuevo, con ascensor y calefacción para sus cansados huesos, e infraestructuras – palabrita mágica empleada mucho por la usura de los últimos lustros – como zonas ajardinadas, parques y piscinas donde descansar el resto de sus días con sus hijos y nietos.
Sin embargo, los vecinos de estos islotes inmobiliarios de Valdemoro con nombres de islas se conocen desde hace bastante tiempo y se llevan bien. No dudan cuando dicen respetarse e incluso estimarse, y esto es algo que valoran mucho. Mucho más que a los ladrillos de obra nueva y al euro que mató a la peseta y multiplicó por bastante el número de personas pobres y, sobre todo, de pobres personas.
Hace tiempo, estos habitantes de las calles Mallorca y Menorca tuvieron problemas con los bajantes de agua. Cuando bajaba por la calle Ibiza, el agua de lluvia llegaba hasta sus puertas, se acumulaba y entraba en sus casas. A las peticiones efectuadas por ellos para el arreglo de esa congestión acuosa, responsables del Ayuntamiento respondieron que lo arreglarían cuando se hiciera el bloque nuevo ubicado entre el paseo de la Estación y la calle Gran Canaria.
Pero, construido el mencionado bloque, no sólo no arreglaron el problema, sino que la situación con el agua llovida empeoró. Los últimos aguaceros volvieron a inundar muchas de las casas de la calle Mallorca y Menorca.
Asimismo, en respuesta a la cantidad de edificios proyectados en esa zona por el Gobierno, los portavoces de nuestro Consistorio dijeron a estos vecinos que la altura de los pisos de la calle Gran Canaria no sería superior a tres plantas, para no romper la estética urbanística de esa peculiar zona. Tras este argumento, las empresas beneficiadas con licencia de obra municipal construyeron ocho frías moles de seis plantas cada una en ese hueco.
Estos valdemoreños añosos, pasados por agua y tomados por el pito del sereno, también solicitaron al propio alcalde unos bancos para sentarse y ampliar las aceras de sus calles, pues una persona pasa por ellas con dificultad, y más si es de edad. La respuesta del primer edil fue que lo miraría y vería qué cosa se puede hacer. Obras después, los constructores hicieron las aceras aún más estrechas para el mejor paso de los coches y pintaron aparcamientos en batería.
Ante el perjurio de la palabra gubernamental, estos vecinos prefieren no vender sus queridos hogares. Y menos bajo coacción de unos intereses inmobiliarios que se ven desde Marbella. Este innoble reclamo efectuado casa por casa, regateando de tú a tú, ha destruido ya muchas de estas viviendas en Valdemoro. Inmuebles que son parte de nuestra Historia.
Estos abuelos, como yo mismo, ven desaparecer sobrecogidos los apreciables cimientos que alentaron y recogieron sus vidas. Historias valiosas que, en vez de ser estimadas, restauradas y conservadas para gozo y aprendizaje futuros, se derrumban y vacían ante la pasividad, el extravío y el atropello administrativos.
Como marcan los cánones de la codicia, el derribo de una de estas casas de traza rural multiplicaría por mucho el precio de los pisos o chalés adosados y dobles que se construirían en su mismo espacio. Las anteriores plantas únicas darían lugar a la construcción múltiple de otras moles urbanísticas, llenas de beneficios para los traficantes de nuestra Casa Consistorial, sus colegas y sus primos.
Como en otros casos ya vendidos y comprados, ante las negativas de estos canos y decididos vecinos de las calles Mallorca y Menorca, los crápulas de nuestro Gobierno utilizan sus problemas y necesidades para castigarlos sin piedad, debilitarlos, doblegarlos y forzarles a vender sus estimadas moradas. Hogares que, como islas vírgenes y tranquilas entre inestable mar, sobreviven a los ansiosos bocados de la alcahuetería municipal.