¡Pasen y Vean!
¡Pasen y Vean!
A quienes procuran la comunicación con un mínimo de elegancia y entereza.
Y en especial a los administradores valdemoreños e independientes de Internet, “por sus webs”.
Estamos en “una sociedad que es la mejor que vieron los siglos”, rezaba José Miguel Moreno Torres, nuestro alcalde-presidente. Su editorial del boletín informativo de noviembre de 2006, en el que están incluidas estas palabras, expone Un Mundo Feliz y unas pautas exquisitas de actuación política de su Equipo de Gobierno. Argumento que ni el mismísimo escritor británico Aldous Leonard Huxley habría podido imaginar para su obra con el mismo título.
Conociendo la decadente coyuntura que nos acucia, no lejos del deshumanizado y maquinal mundo novelesco de Huxley, las palabras de José Miguel debían referirse a cómo se ve él en el espejo cada mañana o a cómo quiere que lo vean sus incondicionales según sale de la ducha. Porque no tienen nada que ver con la Historia ni con el habitual encuentro de los valdemoreños con sus servicios municipales. Contrastan en extremo con los comentarios diarios y populares de la calle.
Es indudable que hasta el día de reflexión de las próximas elecciones locales, en mayo del 2007, este tipo de discursos será desbordante y pomposo. Puesto con mayúsculas, habrá Sobrada Propaganda para Ensuciar Calles, Plazas, Rincones, Rivales y Conciencias; se verán Inauguraciones Ostentosas, Sonadas y a Todo Pasto; aparecerán como por encanto Miles de Viviendas Protegidas; se sucederán los Bandos y Planes Paternalistas, atufando Apoyo y Auxilio; chorrearán las Ayudas Sociales para Familias, Jóvenes, Mujeres y Mayores, pues los Hombres no las necesitan; y disfrutaremos a todo color de Oraciones Benevolentes junto a Poses Modelos y Condescendientes.
Este derroche cíclico de dineros públicos y partidistas, engordado por formas, colores y mentiras estudiadas con astucia, es parte esencial de toda esta Política Circense, repleta de ruido y escasa de nueces. Entre desfiles, majorettes, malabaristas, acróbatas, trapecistas, forzudos, equilibristas, enanos, mujeres barbudas, fieras salvajes, payasos y charlatanes, podremos encontrar otras soberbias atracciones.
¡Pasen y vean!
A finales de octubre, el incendio provocado de uno de los coches del político valdemoreño Francisco José Granados Lerena, el que éste relacionó a simple vista con un cortocircuito, se convirtió en una especie de flojo tapón de agitada botella de bebida gaseosa. Lo que hasta entonces iba de boca en boca y no solía pasar de preocupada charla de vecinos valdemoreños, se convirtió de golpe y porrazo en noticias de prensa, tanto en páginas de papel como webs, y empezó a destapar datos y nombres en apariencia deslavazados y confusos.
Este famoso acontecimiento y otros sucesivos, publicados y narrados por un buen número de medios de información, pusieron sobre el tapete ese juego al que juegan algunos elegidos y poderosos de Valdemoro. Tal vez por hacerse noticia rentable, o porque por esas fechas a cada cebado gorrino le llega su San Martín, tirar de la madeja empezó a liarla más de lo que ya estaba. Y no era poco.
Aparecieron una serie de manifestaciones críticas, espontáneas y públicas. Pese a tener razón en el fondo, algunas de ellas fueron publicadas con evidente defecto de forma, sobre todo en foros de Internet, haciendo uso de ofensas y groserías directas, dirigidas hacia el ser de las personas protagonistas de despropósitos de gobierno. Lo peor de todo es que estas agresiones verbales, descontroladas y anónimas, han puesto en jaque a algunas personas responsables de estos foros del ciberespacio.
Nuestro Ayuntamiento ha utilizado querellas judiciales contra estos administradores, personas respetables y de buenas formas, a las que se pretende hacer pagar por los malos modos de otras. Pleitos oficiales clavados como puñaladas traperas que están en consonancia con el rutinario e imperioso proceder de nuestro actual Equipo de Gobierno. Grupo que ha sido puesto en evidencia por la ciudadanía, poniendo sus cartas sobre la mesa y boca arriba, tanto las de las reglas del juego como las de las trampas.
En honor a la verdad y en su justa defensa, debemos anotar que las personas agredidas con estas querellas municipales siempre han hecho lo posible para mantener la compostura y el respeto hacia sus semejantes en los foros internautas, estableciendo normas de respeto y contando con ayudantes y medios informáticos para cumplirlas.
Sin embargo, pese a tanto trabajo y tanta precaución, algunos comentarios han contravenido las normas básicas del respeto – casi tanto como suelen hacer algunos de nuestros cabecillas –, colándose y quedando colgados en la Red el tiempo suficiente para ser leídos de cabo a rabo por las personas atacadas. Almas que, aunque no lo parezca, están muy pendientes de lo que se dice de ellas por ahí.
Este pernicioso y malévolo movimiento político-legal contra personas inocentes, cabales e independientes, pertenece a la Ordenanza del Ventilador, teoría practicada de continuo por nuestro Consistorio. Su norma aconseja mover a más velocidad las aspas del aparato rotativo cuanta más basura haya. Para, en un abrir y cerrar de ojos, quitarse porquería de encima y esparcirla por el mayor número de lugares y de personas posibles. Así, hasta el personaje más pintado será salpicado de marrón y atufará como albañal aunque huya a Sebastopol – al sur de Ucrania – o se entierre en una zanja.
Las recientes trifulcas legales se han armado desde el Gobierno Municipal por disponer sus protagonistas de los medios y el personal necesario para incordiar gratis. Pues el dinero que emplean para pagar estos pleitos es nuestro, el de nuestros impuestos. Ellos no desembolsan ni un céntimo de sus bolsillos. Estas pendencias nada restan de sus cuentas corrientes particulares, boyantes ellas. Sin embargo, los demandados, puestos en la picota con arbitrariedad, deben pagar de su propio bolsillo los cuantiosos gastos ocasionados por ello.
También de balde, entre discordias, mandangas y poquedades, algunos de estos administradores de webs en Internet han recibido amenazas a través de sus teléfonos personales, cuyos números figuraban en la página de contacto. Las llamadas fueron hechas desde un teléfono móvil con número privado que no se registraba, por ocultarlo quien llamaba.
En la primera llamada se oía una voz distorsionada que amenazaba con estas palabras: “Deja de publicar mentiras o atente a las consecuencias”. En posteriores contactos se escuchaba música de la película Tiburón, del director Steven Spielberg, y la Marcha Fúnebre de Beethoven, la que pertenece a su Sinfonía número 3 (Heroica).
Lejos de heroísmos, estas actitudes van de la mano del temor. Pese a su posible peligro, son jugarretas infantiles de quienes ven sus vilezas puestas en evidencia sin poder impedirlo. Cuando la úlcera es de otros e importa un bledo, ni interesa, ni duele. Pero cuando se padece en propia carne y, además, se exponen las malas artes que la producen delante de todo el mundo, la cosa cambia. De esta forma, entender el sufrimiento ajeno cuesta algo menos. Sin embargo, en ese trance poca gente consentida o mal criada aprende la lección y adquiere compostura.
En otro tramo de esta trama, el fogoso hecho protagonizado por el ya desguazado Mini Cooper del consejero Francisco José, llevó a nuestro alcalde-presidente José Miguel a publicar en el boletín mensual de noviembre: “…hemos sentado las bases para proteger la que es la verdadera piedra angular de nuestra sociedad, la familia, a través del I Plan de Familia de Valdemoro… El objetivo es ofrecer un respaldo a las familias, especialmente cuando atraviesan por situaciones difíciles, como es el caso ahora de las afectadas por el incendio de la calle Guardia Civil, a las que el Ayuntamiento está ofreciendo su ayuda y solidaridad”.
En esta cita, José Miguel no contó que, las primeras semanas después del incendio, su jefe, amigo y consejero personal Francisco José dispuso de agentes de la Guardia Civil que vigilaban las vías de acceso de su casa siniestrada veinticuatro horas al día. Un vehículo de la Benemérita permanecía aparcado en las proximidades con ese fin. Cumpliendo su deber, los guardias de turno preguntaban a vecinos y personas que intentaban acceder al inmueble “dónde van” y les pedían su carné de identidad.
Al principio, cuando Francisco José y sus vecinos coincidían en el ascensor, el agente que le acompañaba les advertía la imposibilidad de subir con el consejero y ex-alcalde de Valdemoro. En esa situación, los vecinos no sentían ni ayuda, ni apoyo, ni protección del Ayuntamiento de Valdemoro, pese a lo que aseguraba José Miguel. Por el contrario, se sentían intimidados, vigilados, en un estado de constante tensión que no les hacía ni pizca de gracia. Hasta el punto de hacer lo posible por no coincidir con su escoltado vecino.
Por fortuna para ellos, en fechas navideñas la cosa se calmó un poco y las aguas volvieron a un cauce algo más normal. Aunque con discreción añadida, la vigilancia persiste. Según avance en año 2007 veremos qué rumbo toma este Provinciano Estado de Excepción.
Dado el panorama, y como en Valdemoro son también excepción las soluciones de cosas que no sean de provecho propio, familiar o partidista, “el alcalde-presidente José Miguel Moreno Torres está ilocalizable”, según revela el personal del Consistorio. Y como entre escondites y colegas anda el juego político y el avance social, Ana María, Mari Carmen y Marisa reciben cada día un sinfín de llamadas de valdemoreños solicitando audiencia con Francisco José Granados Lerena.
Estas tres señoras o señoritas son secretarias del consejero valdemoreño en la Consejería de Presidencia de la Comunidad, situada en la Puerta del Sol de Madrid. Un impresionante número de personas de nuestra Villa ha utilizado ya este recurso por encontrarse cerradas de continuo las Puertas Asistenciales y Capaces de nuestro Consistorio. Y por recibir el correspondiente escupitajo por parte del Personal Competente para que no molesten más.
Según palabras de estas atareadas secretarias, quizá influidas por el chamuscado y popular Mini Cooper, de tan solicitado que está por tantos valdemoreños desatendidos, cansados y molestos, Francisco José “aparca cosas porque tiene muchas que hacer”. Además, fingiéndose desconocedoras de la situación que se vive por aquí, añaden que “el señor Granados ya no es alcalde de Valdemoro, es el señor Moreno quien debe encargarse de los asuntos valdemoreños”. Sí, señores, ya nos gustaría que fuera así.
La habilidad de este equipo de mujeres para atender esta ingente cantidad de llamadas haciendo de filtro y muro de contención es evidente. La táctica que practican, según la instrucción política administrada, es sencilla: utilizar “sí” para casi todo, y “se lo haré llegar” o “en cuanto pueda” para lo demás. Todo decorado con meliflua cortesía, dar largas a destajo y no llamar ni por casualidad o equivocación a quienes necesitan y reclaman atención con urgencia.
La guinda de este enredo político-administrativo la forman los comentarios granadinos aparecidos en prensa, ya vistos en un artículo anterior – El Cortocircuito –, y resumidos en ésta frase por llevarse la palma: “Hay una operación de persecución hacia mi persona y no sé los motivos”. Sin más, parece como si Francisco José acabara de pasar por Valdemoro por primera vez haciendo turismo, o no recordase bien su trayectoria política debido a una insólita amnesia ocasionada por un mal capón.
Aislada y sin matizaciones, esta declaración da hasta pena. Pero, una vez recriminados los actos violentos por mentes de buena voluntad, no es difícil comprender que otras personas, hartas de tanta tomadura de pelo, befa y vejación, clamen en su fuero interno “¡donde las dan las toman!” y opten por tomarse la justicia por su mano. Mal hecho está. Sin embargo, nadar entre tiburones y bailar marchas fúnebres impuestas deja poco espacio para la serena concordia y el vívido ingenio.
Aunque laborioso y arriesgado, es preferible y más fructífero elegir la revelación de la Malversación y de su gran amigo el Embuste, junto con la clara y pacífica manifestación de su rechazo. Dios ya se encarga de castigar, y no con palos. Por ello, es mejor no catalogar de forma directa el ser de las personas, y mucho menos el de nuestros políticos, esos adultos y directivos de rango.
No vaya a ser que, por airear sus partes pudendas en escritos populares, les dé por clavarnos por la espalda, sin mancharse las manos y pagando nosotros, una nueva e inesperada querella judicial. ¡Dios nos libre!
Pero si así fuera, nunca debemos olvidar que cuando nos menosprecian o nos agreden no significa que nos desacrediten o nos quiten la posibilidad del buen entendimiento. Es más, muchas veces, cuando se pone bien el dedo en la llaga, la majadería, la coacción y la mala leche brotan como pus infectado y lucen en mayor medida la salud de la verdad.
e-mail soft-contact:
baldomerodescartes@yahoo.es
1 Comments:
YO NO SE DE DONDE SALES PERO ERES UN RETRASAO DE CUIDAO MENOS HABLAR DE TODO EL MUNDO Y MAS PRUEBAS HABRIA Q VER KIEN ERES ESO LO PRIMERO COBARDE
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